miércoles, 9 de junio de 2010

LA CRISIS. EL DECORADO DE DON DINERO


A poco que uno haya orientado su parabólica hacia cualquier conversación acontecida en bares u otros lugares de encuentro, seguramente la palabra que más habrá escuchado es Messi, Cristiano Ronaldo, partidazo, y similares jergas propias del mundo del balompié. Algo a lo que sin duda estamos más que habituados, pues como enorme fenómeno social que es, también participamos de él. No obstante en tales tertulias, a ese amado y caprichoso balón le salió, rondará ya el par de años, un potente competidor:La crisis



En el café de cada mañana los diálogos son algo parecido a lo que sigue:

-Crisis parriba

-Crisis pabajo

(sorbo de café y algún espabilado de algo más)

-Zapatero parriba

-Zapatero pabajo

(sorbo de café y me olvidaré del espabilao)

-PP poraquí

-PP lejosdeaquí

(último sorbo de café)

-Menudos chorizos, donde iremos a parar

-Amigo, la aventura es la aventura

(pago mi café, aquél paga lo suyo, y hasta mañana que el curro me llama)

Parecido al diálogo de una película en la que cada actor repite su parte, así concibo tales conversaciones acerca de La crisis. Podríamos incluso pensar en una versión cinematográfica al uso, cuyo título fuera LA CRISIS, apta sólo para mayores de dieciséis años y con posibilidad de estrenar saga tras saga (1,2,3,4,5….) así hasta convertirla en la gallina de los huevos de oro, con todo su merchandising y múltiples posibilidades comerciales entre tanto forofo y crisisólogo.

Si el famoso Gurb de Mendoza viniera a visitarnos, se quedaría estupefacto ante la solemnidad, ante la perfección en los efectos especiales, ante tan magnánimo espectáculo, pero también nos preguntaría: escucha una cosa ¿qué significa crisis?. Dudo que alguien fuera capaz de contestarle al momento, y quien más quien menos dedicaría unos momentos en darle vueltas tratando de encontrar una respuesta lo más concisa posible. Poneros a prueba y os daréis cuenta de que no resulta nada fácil, aunque siempre queda la opción de ofrecerle la siguiente respuesta basada en El Diccionario de La Real Academia Española: Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales. Toma ya! El pobre Gurb está tragando saliva dificultosamente.

Dejemos a Gurb con sus espasmos y contestemos a la pregunta para darnos satisfacción a nosotros mismos. Demos una mirada al paisaje del pasado y observemos como sin crisis todo era un llano de amapolas. Se construía mucho para que cualquier individuo tuviera un acceso fácil a la vivienda, las hipotecas eran auténticas gangas, las subidas de sueldo provocaban euforia, las condiciones laborales mejoraban año tras año. Pero no sólo nuestra tierra era verde y floreada, también en otros continentes abundaba la bonanza, no había hambre, ni sed, ni suciedad, ni precariedad. En resumidas cuentas, no había de qué ni de quién preocuparse. Ahora bien, la crisis lo cambió todo no?

Es necesario un plan de austeridad, clama España, clama Europa y clama el Norte. Plan que consiste en recortes salariales y reformas laborales, es decir, tanto funcionarios como privados, de una forma u otra, van a sentir su diafragma ligeramente oprimido. Ante lo expuesto y ante tal recaudación de emergencia se me ocurre una nueva pregunta ¿Será ese dinero destinado a que pueda comer y beber el que no tiene, a que pueda entrar en un piso el que no tiene, a que pueda volver a oler las flores el que no tiene?

The end, hasta aquí llegó la sesión de cine.

Queridos espectadores, las luces se encendieron y LA CRISIS que vieron en sus pantallas no es lo que pensaban. En mi humilde opinión y por lo que puedo entender de tanta contaminación visual y acústica recibida, se reduce a algo así: una confianza más o menos certera de invertir (chachi eh?), de generar mercado, y cuánto más se invierta, más libre será dicho mercado (que no de reses), entonces la fractura en esos procesos, como dice el diccionario, provoca Crisis. La crisis real en cambio, la falta de pan, de trabajo y la falta de todo para muchos (demasiados), es consecuencia del afán por restablecer los procesos de la libre circulación. De esa forma sobrevuela nuestros campos, y sólo aquéllos que conocen su trayectoria, pues ellos se la dieron, pueden darle caza.

En 1949 Truman calificó a la mayor parte del mundo de subdesarrollada y estableció un ranking en el cual todas las naciones debatían y debaten por ser la que más dinero genera, en la que más invierten, la que más produce. Ese es el paisaje real, sobre esos llanos vuela más cómodo el mercado. En esa época se gestó la concepción actual de los Estados, unidades potentes y altamente desarrolladas, cuya obsesión por Don Dinero es tal, que empiezan a olvidarse de sus pueblos. Por nuestra parte, tantos años observando el paisaje de Don Dinero, tanta costumbre acumulada por morder la moneda de oro, traslada cierta inconsciencia en nuestros hábitos, y sin apenas cerciorarnos, le construimos a Don Dinero el decorado perfecto.

Nuestras leyes, nuestra realidad infinitamente fraccionada en actividades y aficciones mil, nuestra falta de tiempo y nuestras conversaciones, efectivamente forman parte de un guión escrito. Y aunque despotriquemos contra unos u otros, en realidad estamos afianzando el espectáculo, dando bombo al suspense y aplaudiendo a los padres de Don Dinero. Sus palabras son vacías pero las creemos, sus formas son ostentosas y recargadas pero nos entusiasman, nos roban con arte y jeta pero nos da igual. Tras el telón, mientras ellos en realidad gobiernan y mandan a Don Dinero, se oyen los aplausos por cada ingenioso plano y destello audiovisual.

No llamo a la heroicidad ni al magnicidio, pero es bueno no olvidar, que podemos ser un público difícil, quizá haya llegado el momento de dejar de aplaudir y empezar a sospechar que tras sus privilegiados trajes, se esconde el mismo látigo que cientos de años atrás tantos esclavos vieron venir de frente.

1 comentario:

  1. Bien Savino. Bien.

    Leyendo tu artículo, me asaltó la imagen del cartel del Partido que lee Winston Smith en el 1984 de George Orwell:

    LA GUERRA ES LA PAZ.
    LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD.
    LA IGNORANCIA ES LA FUERZA.

    Un abrazo.

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